Más de cinco años de impunidad y ausencia de justicia ha enfrentado Reyna Torres, madre de Isabel Cabanillas, desde que su hija fue asesinada en plena Zona Centro de Ciudad Juárez la madrugada del 18 de enero de 2020.
Isabel, artista, madre y activista, fue atacada a balazos frente al edificio de Jubilados y Pensionados del Municipio, en el cruce de Inocente Ochoa y Francisco I. Madero, cuando regresaba a casa después de salir del bar Eugenios. Caminaba junto a su bicicleta cuando, según muestran imágenes de videovigilancia, fue interceptada por sujetos a bordo de un vehículo rojo.
A pesar de las exigencias de colectivos feministas y familiares, el caso permaneció estancado durante años, sin avances sustanciales por parte de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razón de Género y la Familia (FEM), la cual inicialmente investigó el crimen como homicidio doloso y no como feminicidio.
Durante este tiempo, hipótesis sin confirmar, rumores y señalamientos circularon en torno al caso, mientras la familia denunciaba falta de transparencia por parte de las autoridades.
Fue hasta el pasado miércoles por la mañana que la FEM realizó tres cateos simultáneos, reactivando el caso y logrando la detención de un hombre en posesión de armas de fuego.
El detenido fue identificado como Ramiro C. S., de 52 años de edad, quien fue localizado en una vivienda ubicada en las calles Arturo Michelena y Palacio de Mitla, en la colonia Parajes del Sol. En el lugar se aseguraron dos armas de fuego: una pistola calibre .25 milímetros con dos cargadores abastecidos con diez cartuchos útiles cada uno, y una pistola calibre .38 milímetros con cinco cartuchos, además de 77 cartuchos sueltos con la leyenda WIN 25 auto.
Hasta el momento, la FEM no ha confirmado si Ramiro C. S. tiene alguna relación directa con el feminicidio de Isabel, por lo que su estatus dentro del caso sigue siendo incierto.
Mientras tanto, un memorial ciudadano y una bicicleta blanca permanecen en el sitio donde le arrebataron la vida, recordando no solo su ausencia, sino también la demanda persistente de justicia.
