Prestadores de servicios turísticos de Quintana Roo y Yucatán siguen trabajando, a pesar de que se mantiene el bloqueo en las principales vías de acceso a la zona arqueológica de Chichén Itzá, que cada año registra más de 2,6 millones de visitantes.
“Ya son tres días de cierre de la carretera Valladolid-Mérida y no bajaremos la guardia, aunque la situación genere incertidumbre entre los turistas que desean conocer nuestra hermosa ciudad prehispánica”, comentó este jueves a EFE el comisario de Xcalacoop, Jeremías Cimé Ciau. La medida que adoptaron para exigir la destitución del director de Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez, a quien acusan de corrupción y de atentar contra la cultura maya, trajo “beneficios” a otros prestadores turísticos del oriente de Yucatán.
“Desde las carreteras bloqueadas hemos visto que llegan vehículos con turistas procedentes de Cancún y Mérida, pero al no poder ingresar a Chichén Itzá los guías optan por llevarlos a cenotes de la región o sitios cercanos como Ek Balam e Izamal”, añadió.
El conflicto entre campesinos mayas y Santos Ramírez, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), “parece no tener fin”, mientras que autoridades de la Secretaría de Cultura y Gobierno de Yucatán no se han pronunciado por el conflicto.
Protestas en Chichén Itzá generan incertidumbre en turismo del sur de México
