Una familia colombiana lleva casi un mes en Ciudad Juárez, después de haber llegado en tren con el único objetivo de ingresar a Estados Unidos a través de la aplicación CBP One; sin embargo, debido a la política migratoria, sus planes fueron detenidos.
Mientras tanto, la familia, compuesta por el padre, la madre y su hija pequeña, se encuentra a la espera de una solución que les permita continuar su camino.
Por su parte, la madre expresó su esperanza en que el gobierno de Estados Unidos reactive las citas de CBP One o, de lo contrario, implemente un programa de ayuda humanitaria para los migrantes.
La mujer relató que el 23 de diciembre ella, su hija y otras personas viajaban en tren desde el sur de México, pero en Samalayuca fueron detenidas por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), quienes después intentaron llevarlas a Villahermosa, Tabasco. No obstante, la madre logró bajarse del autobús en Zacatecas y se regresó en tren hacia Ciudad Juárez para reunirse con su esposo.También ,explicó que, durante el trayecto, el INM las había llevado en camión hacia Tabasco, pero en Zacatecas, cuando iban a cambiarlas de transporte, aprovechó para escapar; fue así como, con su hija, regresaron a bordo del tren hacia la frontera de Ciudad Juárez.
Cabe señala que el plan inicial de la familia era solicitar una cita a través de la aplicación CBP One o entregarse a las autoridades migratorias de Estados Unidos para que procesaran su solicitud. Empero, las citas fueron canceladas, lo que dejó a la familia sin opciones inmediatas para continuar su viaje.
A pesar de la situación, las autoridades les advirtieron que, si se entregaban por las puertas del muro fronterizo, serían deportados a Colombia. Ante esta amenaza, la familia decidió esperar a que se reactivara la aplicación CBP One para poder ingresar de manera legal al país vecino.
Por el momento, la familia se ha establecido en un albergue cristiano en Ciudad Juárez, donde reciben alojamiento y comida, pero a veces enfrentan dificultades para cubrir otras necesidades básicas, como ropa y alimentos.
Además, en su día a día, tratan de conseguir algunos recursos adicionales mediante la venta de dulces en las calles; incluso han limpiado vidrios de los vehículos en los cruceros para poder ganar algo de dinero y cubrir sus necesidades.
A pesar de las dificultades, la familia mantiene la esperanza de que las políticas migratorias cambien y puedan finalmente lograr su objetivo de llegar a Estados Unidos.