“Nunca esperamos que el presidente Trump fuera a cancelar el CBP ONE, pero de todos modos nos quedamos en la frontera, ya estamos aquí y solo nos queda esperar; por lo pronto, hay que trabajar” señaló quien se identificó como Aaron, un migrante hondureño que fue afectado por la reciente cancelación del programa estadounidense.
Aaron forma parte de una extensa comunidad de migrantes que están asentados en esta frontera, mismos que esperaron con paciencia su cita con el gobierno norteamericano para solicitar asilo en los Estados Unidos.
El sujeto en mención se quedó varado en esta ciudad, luego de que el nuevo gobierno de Donald Trump decidiera cancelar la aplicación que utilizaban los migrantes para solicitar una cita y entrevistarse con autoridades para pedir asilo en el vecino país.
Luego de que se canceló dicha aplicación, comentó que, tanto él como cientos de compañeros, se han visto en la necesidad de desempeñar algún empleo para conseguir recursos que les permitan vivir en la localidad.“Aquí estoy en esta esquina vendiendo café. De algo debemos de trabajar para conseguir recursos. Yo ya llevo tres meses aquí, en Juárez, y he sobrevivido con diferentes trabajos. No queda otra más que trabajar”, reiteró el migrante, mismo que oferta café en el cruce de 16 de Septiembre y Ferrocarril. Agregó que varios de sus compañeros se han tenido que emplear en diferentes labores.
Del mismo modo, detalló que muchos de ellos están trabajando en algunas obras de construcción, en donde los ocupan en diversos puestos; sobre todo, de ayudantes y mano de obra.
Asimismo, indicó también que en el caso de los que no tienen el documento legal que les permite trabajar en el país, la gran mayoría, así como él, han optado por la venta de algún producto o servicio, e incluso limpian casas o terrenos.
“Se trata de trabajar honestamente de lo que sea, mientras sea un trabajo lícito. Estamos aquí para entrarle a lo que nos ofrezcan, en lo que el gobierno de Trump decide que es lo que va a pasar”, concluyó el hondureño.