El rejoneador Andy Cartagena fue el ganador de la corrida goyesca el domingo, que terminó por ser un festejo atípico (que empezó bajo una fuerte lluvia), en el que el matador Juan Luis Silis fue cogido por un toro que no le correspondía y lo envió al hospital con una lesión en el hígado, en el que cuatro de los seis astados salieron malos, en el que ‘El Chihuahua’ demostró que la espada no es lo de él y en el que la afición, desde los tendido, le recordó en coro el 10 de mayo al juez de plaza.
Los toros llegaron de la ganadería de Magdalena González, y el español Andy Cartagena nada pudo hacer con el primero de la noche, Mogollón de 485 kg, al momento de querer clavar los rejones, pues el animal nunca se animó a embestir al caballo.
El segundo de la noche, Paquimé de 515 kg, correspondió a Antonio García ‘El Chihuahua’, pero Juan Luis Silis se ofreció para darle unos pases con el capote después de la suerte de varas.
Silis quiso lucirse citando de espaldas al toro, que no se fue con el engaño y levantó al matador por los aires para después revolcarlo sobre la arena.
El torero ya no se movió y ayudado por los subalternos fue llevado a la enfermería para posteriormente ser traslado a un hospital donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente al presentar una laceración hepática con sangrado activo, según un reporte médico extra oficial. Silis también presentó dos fisuras en costillas que no requirieron operación, pero lo más preocupante para los médicos fue la hemorragia hepática.
De esa manera, Antonio García ‘El Chihuahua’ tuvo que lidiar cuatro toros, prácticamente todos faltos de bravura, excepto el quinto de la noche, Cachetón de 510 kg, con el que García dejó ir las orejas al fallar de fea manera con la espada al sumar nueve pinchazos.
Andy Cartagena le cortó los dos apéndices al segundo de su lote, Defensor, que se prestó bien para el lucimiento del rejoneador y que dobló casi inmediatamente después de que Cartagena metió la espada.