El férreo control que China ejerce sobre la minería y la refinación de minerales raros, ingredientes cruciales de las tecnologías más avanzadas de la actualidad, está a punto de volverse aún más fuerte.
En una serie de medidas adoptadas en las últimas semanas, el gobierno chino ha dificultado considerablemente que las empresas extranjeras, en particular los fabricantes de semiconductores, compren los numerosos metales de tierras raras y otros minerales extraídos y refinados principalmente en China.
China ya produce casi todo el suministro mundial de estos materiales. Las nuevas restricciones consolidan ese dominio del mercado.
A partir del 1 de octubre, los exportadores deben proporcionar a las autoridades un seguimiento detallado y paso a paso de cómo se utilizan los envíos de metales de tierras raras en las cadenas de suministro occidentales. Eso le ha dado a Pekín una mayor autoridad sobre qué empresas extranjeras reciben suministros escasos.
China también está asumiendo una mayor propiedad corporativa sobre la minería y la producción de los metales. En un acuerdo que casi no ha recibido atención fuera del país, las dos últimas refinerías de tierras raras de propiedad extranjera en China están siendo adquiridas por una de las tres empresas estatales que ya administran las otras refinerías en China.Los recientes movimientos de Pekín para hacerse cargo de la cadena de suministro incluyen otros elementos químicos oscuros que también son necesarios para los fabricantes de semiconductores. El 15 de septiembre, el Ministerio de Comercio de China restringió las exportaciones de antimonio, un material utilizado en semiconductores, explosivos militares y otras armas. El año pasado, el ministerio impuso controles a la exportación de otros dos elementos químicos, el galio y el germanio, que también son necesarios para fabricar chips.
Los funcionarios de seguridad nacional han restringido el flujo de información sobre las tierras raras. Han etiquetado la minería y la refinación de tierras raras como secretos de Estado. El mes pasado, el Ministerio de Seguridad del Estado anunció que dos gerentes de la industria de tierras raras habían sido condenados a 11 años de prisión por filtrar información a extranjeros.