El gobierno israelí aceptó al menos tres días de “pausa humanitaria” en Gaza (que no de siete días, como pidió la ONU) para permitir que los funcionarios de salud de la organización mundial administren vacunas contra la polio en el territorio, donde surgió el primer caso en 25 años, debido a la crisis sanitaria que sufre la Franja, luego de casi un año de bombardeos diarios israelíes y la destrucción de la red de centros de salud de Gaza.
“Según lo que discutimos y acordamos, la campaña comenzará el 1 de septiembre, en el centro de Gaza, durante tres días, y habrá una pausa humanitaria durante la vacunación”, dijo Rik Peeperkorn, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los territorios palestinos.
En una rueda de prensa virtual desde Gaza, Peeperkorn explicó que estas pausas humanitarias -que no equivalen a un alto el fuego- durarán ocho horas, desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la tarde, ya que es en las horas de la mañana, con la luz solar, cuando las familias se desplazan con más facilidad.
Según Peeperkorn, la campaña de vacunación comenzará el 1 de septiembre y durará tres días en una primera fase en el centro de la Franja de Gaza, para desplazarse luego con las mismas condiciones hacia el sur y finalmente hacia el norte; en cada caso, habrá una segunda dosis que se aplicará cuatro semanas después.
Para llevarla a cabo, hay 392 puestos fijos de la OMS a lo largo de todo Gaza, a los que la agencia de la ONU ha añadido 300 puestos móviles para llegar hasta aquellas familias que tengan problemas de movilidad.
La decisión de las autoridades israelíes (que hasta el momento no ha confirmado la pausa oficialmente) llega luego del clamor internacional, encabezado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el secretario general de la OMS, Tedros Gebreyesus, para que permitiera la vacunación, que habría sido imposible bajo las bombas.