“Denunciamos a la comunidad internacional que en Bolivia hay un golpe de Estado contra nuestro Gobierno democráticamente elegido”, dijo Choquehuanca.Bolivia se enfrenta a un viejo fantasma del pasado, los golpes militares. El presidente Luis Arce denunció este miércoles que se están produciendo “movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano”, incluido tanques y soldados fuertemente armados, que han tomado ya la plaza Murillo de La Paz, donde se encuentra la sede del Ejecutivo.
El vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, fue más allá y denunció que se desarrolla un “golpe de Estado”, por lo que alertó a la comunidad internacional.
Por su parte, el expresidente Evo Morales, quien dispuesta a su ex aliado Arce, la candidatura del Movimiento Al Socialismo (MAS) de cara a las elecciones de 2025 y amenaza con paralizar el país si no lo consigue, alertó que “se gesta un Golpe de Estado” y puso detrás de él al comandante del Ejército Juan José Zuñiga, quien informaciones no confirmadas señalan que fue destituido de forma fulminante este martes tras advertir el lunes en una entrevista televisada que no permitirá que Morales regrese al poder.
De hecho, ha sido el propio comandante Zúñiga (destituido o no) quien minutos antes de la aparición de los militares en la plaza, encargados desalojar de ella a los viandantes y curiosos, amenazó con tomar la sede del Ejecutivo boliviano mientras se desplazaba en un tanque.