El In Holy Flux Tour trajo a México la tan anhelada visita de Weyes Blood, por fin, a sus fans. Un evento sumamente esperado, no solo por el nivel musical que Natalie Mering representa como artista, si no también por la belleza de su personalidad a la hora de subir al escenario e interpretar sus canciones.
El Auditorio BlackBerry se vistió de catedral para tener el recital cósmico, casi religioso, por parte de la artista californiana, quien además anunció el cierre del In Holy Flux Tour en la capital mexicana.
El evento, con horarios colocados sumamente tarde, arrancó con Sanje haciendo debut tocando por primera vez en un escenario. La banda compuesta por el músico y productor Santiago Mijares, Luisa Almaguer y Patricio González (SuperSilverHaze), quienes ofrecieron un pequeño set de presentación ante la fanaticada de Weyes Blood que les recibió muy bien.
El set de Sanje culminó y el audio local soltaba algunas piezas clásicas del soul estadounidense, ante la mirada enojada de aquel smartphone vestido de marinero que se postraba en la pantalla del Auditorio BlackBerry, protagonista del video oficial de “It’s not just me, it’s everybody”.